Campaña Solidaria, Educativa, Terapéutica y de Concientización
«Recuperando a la Divina Femenina que habita en cada Uno«
Desde Fundación Anthena Arcturus, institución sin fines de lucro, cuya innovadora labor social, altruista humanitaria e intercultural por medio de la Educación, la Salud, la Ciencia, el Arte y la Cultura tiene como objetivo principal «Perfeccionamiento y Purificación del Ser en los planos físico, mental, emocional y espiritual a través de estudios profundos para el Despertar de la Conciencia«, con sede principal en San Carlos de Bariloche Patagonia Argentina, deseamos compartir con ustedes algo muy especial, un sentimiento muy profundo con respecto a ese largo viaje a través de las maravillosas y reveladoras memorias que nuestra Creadora, Fundadora y Directora, Anthena Arcturus, está constantemente compartiendo con todos nosotros, con la comunidad, uniendo el pasado con el futuro y transformándolo en un hermoso presente, su presente, su regalo, su legado para toda esta Tierra y su humanidad, un viaje a través del cual nos ha invitado a estudiar, investigar, aprender, recordar, descubrir y despertar incluso acerca de por qué sincrónicamente durante este mes nuestra Institución celebra por estas fechas, en las cuales en este mundo se conmemora el «Día Internacional de la Mujer» (8 de marzo), la Campaña Solidaria y Educativa «Recuperando a la Divina Femenina que habita en cada Uno«. Pues gracias a sus profundas Enseñanzas y Ejemplo de vida, gracias a cada una de las Verdades reveladas en su serie de libros «Cartas a mis Niños de la Tierra» seguimos adquiriendo cada vez una mayor comprensión dentro de lo que Ella denomina «un Eterno Danzar en Espiral«, y cómo este momento del año guarda un significado que va mucho más allá de nuestro mundo actual, donde incluso cada uno de los hábitos y costumbres que envuelven estas fechas guardan en realidad una Verdad Mayor, una Verdad Ancestral, un significado muy profundo que puede llevarnos a ampliar nuestra perspectiva, puede llevarnos definitivamente mucho más allá de nuestra compresión actual.
Hoy deseamos compartir con todos ustedes desde qué lugar nuestra Institución, la cual no responde a ninguna ideología política, ni religiosa, basa esta celebración a través de esta Campaña Solidaria y Educativa, celebrada por todos nosotros desde hace muchos años, y que desde marzo de 2019 comenzamos a llevar a la comunidad para compartir y brindar tantos sentimientos, valores y principios los cuales son las bases fundamentales de nuestra institución y tenemos la bendición de descubrir por nosotros mismos y en nosotros mismos gracias a la constante nutrición e instrucción de nuestra Fundadora, y su maravillosa Frecuencia Arcturiana, cargada de Amor, Empatía, Respeto, Sensibilidad, Intuición, Luz, Compasión, Verdad y Gratitud, para así, tal y como lo señala el camino del discípulo, cumplir no sólo con los valores principales de esta institución que lleva el Sello de su Alma, sino también con su objetivo principal, es decir, con el Perfeccionamiento y Purificación del Ser en los planos físico, mental, emocional y espiritual a través de estudios profundos para el Despertar de la Conciencia. Es de hecho a través de todas las enseñanzas de nuestra Amada Maestra, quien posee sincrónicamente su Nodo de Destino o Cabeza de Dragón alineado con el Centro Galáctico, con Hunab Ku, junto a su Luna en Sagitario en casa 6, es decir, sus Memorias con respecto a la Verdad, memorias que trae en servicio para toda la humanidad, que se nos invita a tirar nuestra flecha, a expandir nuestros horizontes en búsqueda de nuestra verdad, de nuestra verdadera identidad, nuestra identidad espiritual y la de todas las cosas, a ir mucho más allá de las aparentes limitaciones, explorando, investigando y expandiendo nuestra visión para así poder comprender por nosotros mismos el verdadero propósito de nuestra existencia, invitándonos a viajar juntos por los diferentes mundos y dimensiones y así poder recordar, recordar esa Verdad olvidada, sino también a través de su Marte en Tauro en casa 10, que a su vez se encuentra favorablemente impactado por su Ceres, Sol, Mercurio y Venus en Tauro en casa 7 en su Carta Dracónica, su Carta del Alma, un aspecto que habla de cómo su mente y su cuerpo es dirigido por su Alma, revelando su Espíritu Constructor y cuya Fuerza, Dedicación, Paciencia, Disciplina, Estabilidad, Enfoque y Perseverancia, cuyos valores altruistas y humanitarios han sido y siguen siendo sin duda alguna un gran ejemplo para todos nosotros, un ejemplo de hacia donde debemos avanzar con fuerza, coraje y determinación construyendo las bases sólidas de un Nuevo Ser, una Nueva Sociedad, una Nueva Civilización, para juntos crear una Nueva Tierra.
Y en este día en el cual damos inicio a esta maravillosa campaña, 01 de marzo del 2019, codificado a través del Kin 127 Mano Planetaria. Oe del Espejo, nos comparte, a través de su Libro de Estudio Sincronario del Nuevo Tiempo, con respecto a las energías que fluyen desde Hunab Ku/Sol Central de nuestra Galaxia en este preciso momento: «(…) Perfeccionaremos nuestro camino a través de nuestros reflejos de oscuridad y el respectivo corte de todo aquello que nos impide avanzar, sólo si logramos producir el conocimiento necesario y su correcta aplicación en la realización de nuestra propia sanación (…)«. Un momento que forma parte de los 52 días del Castillo Azul Oeste del Quemar «(…)Es la gran oportunidad de quemar karma y salir transformados y renacidos de toda esta experiencia en esta Tierra, pues se les da la posibilidad de dejar de reptar por el inframundo de la 3era dimensión en impulsarse hacia una nueva realidad más elevada y superior(…)«. Extraído del Sincronario del Nuevo Tiempo de Anthena Arcturus
Sentimos definitivamente que éste es sin duda alguna un momento de profunda sanación, de muerte y resurrección, de ajuste, de cambio y de infinito aprendizaje, pues esta Campaña comienza sincrónicamente a tomar forma dentro de una Onda Encantada sumamente especial para todos nosotros, una Onda Encantada que podemos ver en acción a través del ejemplo concreto de nuestra Guía y Mentora, de la energía por medio de la cual se encuentra codificada su Conciencia de 4ta dimensión Kin 126 Enlazador de Mundos Solar. Oe del Espejo, donde nos ha mostrado miles de veces cómo es poner el reflector, poner Luz allí donde parece haber oscuridad, aprovechando cada oportunidad de morir y renacer, de unir opuestos o enlazar los mundos, el de arriba con el de abajo, el Cielo y la Tierra, lo de adentro con lo de afuera, nuestra Divina Femenina y nuestro Divino Masculino.
Para comenzar nuestro viaje, en palabras de nuestra Fundadora; «a través de diversos mundos, dimensiones o estados de conciencia» viviendo la aventura de recordar y, paso a paso, reconectar con nuestro Ser, nos preguntamos ¿qué entendemos en este mundo por Divina Femenina?
Si nos remontamos a algunas historias de los Dioses Preolímpicos, como por ejemplo cuando a Dione (en griego antiguo Διώνη, ‘reina divina’) se la reconocía como la verdadera esposa de Zeus y no a Hera, relegada posiblemente, por ser la Madre de Dioses, observamos que la derivación del micénico Διϝωνᾱ (Diwōnā), básicamente es una forma femenina de la forma Ζεύς (Zeús), que se declina como Διός (Diós), que a su vez deriva del vocablo Διϝός (Diwós), viniendo a significar «de Zeus», dejándonos en claro que la concepción de Diosa/Dios como una misma cosa parecería ser la forma verdadera. Si observamos el nombre indoeuropeo de Dione en realidad es más bien un título: la «Diosa», etimológicamente una forma femenina de Zeus.
Y viajando hacia su filiación, Dione tiende a aparecer descrita como hija de una diosa primitiva, una de las Titánides, hija de Urano.
«Por otro lado podemos observar que en los textos clásicos sobre la práctica espiritual del yoga, escritos hace miles de años, se describe a Devi, que en sánscrito significa «diosa», la Divina Femenina, era venerada como el principio creador del universo, como una figura que incluye varias deidades femeninas y tiene múltiples encarnaciones, por eso este término se usa genéricamente para describir a cualquier diosa y en dicha filosofía, todas las diosas son consideradas aspectos diferentes de una única Devi, que es la energía femenina del único creador. Devi se relaciona con la energía del universo, con la fuerza creativa que trae la fertilidad a la tierra y sus manifestaciones también pueden estar asociadas a aspectos de la naturaleza como el amanecer y los ríos.
La consideran como la fuerza conductora del universo, sin la cual el aspecto masculino se muestra incompleto, la diosa representa el útero pasivo en el que la energía masculina inyecta el alma; personifica el poder absoluto, creativo, compasivo, Ella es acción que construye, destruye y regenera la creación«.
«Es la Diosa, la fuerza primordial de la naturaleza y la fertilidad, quien trae el agua del cielo y protege a los humanos, y es la madre de la vida y la muerte, sosteniendo la alegría y el dolor en su mano derecha y, la vida y la muerte en la izquierda. Las historias narran que el universo está contenido en su vientre y sus formas más feroces, Devi es conocida como Durgha y Kali; mientras que en sus expresiones más tiernas es Lakshmi, o Parvati«. Fuente: https://loscuatrocaminos.com/el-chamanismo-los-sutras-de-yoga-y-la-divina-femenina/ [2]
«Devi adquiere también los nombres de: Sarasuati (diosa del conocimiento y las artes), quien es la hija y esposa del dios creador Brahmá; Laksmi (diosa de la opulencia): consorte de Visnú, el dios que mantiene el universo unido; Durga (o la Madre, la energía material de la que está hecho el universo) o Parvati: esposa del dios destructor Shiva y Kali (aspecto violento de la diosa madre)«. Fuente: https://www.ecured.cu/Devi_(diosa_hinduista)
Podemos ver entonces que las figuras Divina/o Femenina/Masculino, en sus orígenes se encontraban unidas profundamente, y si observamos la capacidad generativa o procreativa de las diosas (tal como la de los dioses masculinos) está relacionada con los mitos creacionales del mundo. El principio femenino se asocia con el nacimiento, es decir, también con el nacimiento o surgimiento del cosmos. De aquí resultan las ideas, surgidas probablemente en una época muy temprana de la prehistoria de la humanidad, acerca de la existencia de una Diosa Madre, o también Madre Tierra.
«Los primeros restos que conservamos que pueden relacionarse con la cultura de la Diosa Madre pertenecen al Paleolítico, datan aproximadamente del 22.000 a.C., y se han hallado a lo largo de un amplio territorio que se extiende desde los Pirineos hasta Siberia. Se trataría de una serie de figuras a las que tradicionalmente se ha llamado, «con poca propiedad», ‘Venus’, como las Venus de Willendorf o Laussel, pero que en realidad serían representaciones de la divinidad femenina. Así lo defienden Anne Baring y Jules Cashford en su obra El mito de la diosa, que precisamente narra la evolución de la Diosa Madre desde el Paleolítico hasta nuestro tiempo. Como apuntan estas dos autoras, estas ‘Venus’ van más allá de la idea de la pura reproducción para representar la dimensión femenina de lo divino, que, en realidad, simbolizaría algo mucho más grande: la idea del universo como un todo viviente y sagrado. Es decir, la Diosa Madre no es una diosa excluyente, sino que, en cuanto fuente y receptáculo de vida, integraría todo lo viviente en sí, incluido el principio masculino.
Al ser fuente de la vida, como veíamos, la Diosa también es señora de la muerte. La muerte aquí no sería negativa, sino positiva, ya que implica un paso necesario en el ciclo de la vida. Al igual que la luna tiene etapas distintas, una de plena presencia y una de ausencia (lo que significaba la presencia y ausencia de la divinidad), la ausencia de un ser vivo, su muerte, no implica su total desaparición, sino solo su existencia en un nivel no visible de manera transitoria, y luego su reencarnación en cualquier otro cuerpo de la vida visible. Esta idea del ciclo de la vida y la resurrección implicaba también una visión positiva de la oscuridad: el inframundo no era negativo, sino parte de la vida invisible, no algo terrible, sino algo natural.
Es inherente a la cosmovisión de la Diosa un modo de pensamiento de tipo simbólico-mítico en el que todos los elementos de la realidad (la divinidad, la naturaleza, el hombre, el animal) están hermanados, pues hay en todos ellos una parte divina que los iguala. Puesto que no hay jerarquías y todos los hijos de la madre son iguales y divinos, todos ellos pueden representarla: cada ser vivo es la diosa en sí mismo, no hay imágenes indignas para personificar la divinidad, ni se considera que la imagen de la diosa haya de ser antropomórfica, pues no hay visión antropocéntrica de lo divino.
La diosa era señora de todos los niveles de la existencia. Del inframundo, por la conexión vida-muerte; de las aguas, por la relación entre las aguas del parto y la lluvia y el agua en general; pero también de los cielos, por lo que la diosa es a menudo representada como pájaro, o llevando dentro de sí el huevo cósmico. También es la señora de la tierra y de los animales, de ahí que iconográficamente una de las imágenes más repetidas es la de la diosa rodeada de animales o de pie sobre ellos, imagen que perpetuará, por ejemplo, la iconografía de la Virgen María.
Al ser los animales hijos de la diosa, como todo lo viviente, el humano sentía un temor y respeto reverencial por ellos. Eran incluso considerados más sagrados que el mismo hombre porque poseían capacidades que él no tenía. No hay una visión negativa hacia lo animal, ni sentimiento de superioridad del hombre con respecto a la naturaleza y, por lo tanto, no existe jerarquía o dominio entre el hombre y ‘los seres inferiores’, por su cualidad de ‘materia’ ajena al ‘intelecto’, como sí sucederá en la cosmovisión de la divinidad paterna.
El surgimiento del Neolítico dota a la cultura de la diosa, que se mantiene sin grandes cambios, de una nueva dimensión, de una nueva valencia significativa: el ciclo de vida-muerte-resurrección de la diosa madre se equipara con la vida de la cosecha y con los ciclos estacionales. A la diosa se le añade un nuevo ropaje, el de diosa de la vegetación, protectora de la siembra y la cosecha. Durante el Neolítico surge también otro elemento relacionado con el mundo vegetal que marca un nuevo episodio en la evolución de la idea de lo divino. Se deduce a partir de los restos arqueológicos conservados que la divinidad empieza a representarse no únicamente como una figura femenina individual, sino como una figura de tipo dual: la de la diosa y su hija, y la diosa y el dios.
Son diversas las figuras de la diosa con dos cabezas, o de dos diosas con edades diferentes. Simbolizan el origen de la vida (la madre) y su materialización en la vida concreta (la hija), o, recurriendo a una formulación que se hará más evidente en la Edad del Bronce, se trata de la oposición entre zoé y bíos, siendo zoé la vida inmutable, eterna e inmortal de la que todo surge, y bíos, la vida concreta, temporal, que se regenera continuamente (como la cosecha), pues cuando muere vuelve a la madre, a zoé, vuelve a surgir, reformulada de nuevo, como bíos.
El mismo significado posee la dualidad formada por la diosa y el dios. Pero aquí es importante señalar que nos encontramos con las primeras figuras que muestran la materialización del principio masculino como algo externo a la diosa, que en el Neolítico es andrógina, simbolizando en sí la unión de lo masculino y femenino. En cualquier caso, en este momento la relación del dios con la diosa se establece dentro de una dualidad que también se hará mucho más evidente en la Edad del Bronce: la relación entre la diosa y su hijo-amante (nunca hombre adulto), la dualidad zoé-bíos, en la que el dios es hijo-consorte de la diosa, en cuanto que es vida concreta y mutable que nace de la vida inmutable«.
Si continuamos viajando por la historia, es precisamente la Edad del Bronce (3500-1250 a. C.) el punto culminante en la historia del culto a la diosa, ya que en este momento van a confluir cinco civilizaciones cuya religión se basa en el mito de la gran madre: Creta, Egipto, Anatolia, Canaán y Súmer/Babilonia. Resulta de especial relevancia la cultura minoica, que tiene lugar en Creta entre los años 3000 y 1150 A.C. La divinidad femenina minoica es heredera de la diosa neolítica en cuanto a caracterización y simbología: es diosa de los animales, del cielo, la tierra y el inframundo. Pero hay un llamativo y nuevo elemento en la iconografía de esta diosa madre minoica: son muchas las representaciones de la diosa con un hacha de doble filo que sería el instrumento de sacrificio del toro, que simboliza al dios y la vida concreta, se sabe que sólo las sacerdotisas podían llevar el hacha, en recuerdo del poder de la diosa y su capacidad para dar vida y quitarla. De nuevo, la muerte del dios-toro simboliza el renacer: el dios, que es bíos, muere cuando llega a término su existencia, idea común a muchas mitologías que se materializa en mitos como el de la muerte rey pescador, el rey anciano o moribundo. Cuando el dios ‘viejo’ muere, vuelve a la diosa y renace como dios joven y nuevo, es decir, el dios muere como cereal viejo y renace como semilla, con toda la potencialidad de la vida. No es de extrañar, por tanto, que los rituales cretenses giraran alrededor del toro.
Aproximadamente alrededor de 1450 a. C. Micenas hace acto de presencia en la civilización minoica, lo que causará que se pierdan y transfiguren muchos de los aspectos característicos de la cultura de la diosa. La cosmovisión de ambas civilizaciones no puede ser más distinta. La micénica es una sociedad patriarcal y guerrera, aria. Procede de las grandes estepas y defiende aspectos completamente ajenos a la cultura mediterránea de la madre. El choque entre estas dos culturas y modos de ver el mundo, que acaba por causar la caída de Creta y su diosa, resuena todavía en la mitología de Grecia que surge de las raíces de Creta y Micenas. Hay restos de la mitología de la diosa en el mito del laberinto y el minotauro o en el ciclo mitológico de la Orestíada. También en el panteón de diosas olímpicas griegas encontraríamos rasgos de la diosa madre, pero en vez de conformar una única divinidad, han sido divididos y son personificados por distintas diosas: Artemisa, diosa de la caza, señora de los animales; Atenea, personificación femenina de la sabiduría del dios masculino (Zeus); Zeus y Hera, matrimonio divino desnaturalizado en el que el poder es masculino y desaparece la oposición bíos y zoé; diosas relacionadas con la agricultura y con la tierra, como Demeter, Ceres, Gea; la relación entre la diosa y su hija en el mito de Demeter y Perséfone, al que se añade Hades, dios (no diosa) del inframundo.
Especial atención merece la fortuna de la diosa madre sumeria, Inanna, que a través de la civilización babilónica va a influir en la cultura hebrea, pues tras su exilio en Babilonia, los judíos se llevarán consigo parte de la mitología relacionada con la diosa. Tanto en Inanna como en su formulación babilónica, Ishtar (Babilonia acaba invadiendo a su vecino sumerio alrededor de 1750 a. C., adaptando su mitología), se observan ya elementos ajenos a la cultura inicial de la diosa madre que serían el resultado de diversas invasiones de tribus indoeuropeas, de mitología heroico-guerrera.
Mientras que durante cierto tiempo se da una equilibrada lucha de poderes entre la mitología de la diosa y la extranjera, de tipo patriarcal, entre finales de la Edad del Bronce y principios de la Edad del Hierro se materializa el cambio de paradigma al que hacíamos mención anteriormente: la divinidad primordial deja de ser la diosa madre, y el dios hijo-esposo asciende al puesto predominante, el de dios padre creador. Los invasores indoeuropeos y semíticos transforman o eliminan la cultura de la diosa allí donde estaba bien establecida, y es la tradición guerrera y patriarcal de estos pueblos la que ha llegado hasta nosotros a través de la mitología griega y el Antiguo y Nuevo Testamento: el culto de los dioses celestes del relámpago, la tormenta, el sol y el fuego; el ensalzamiento del dominio y de la fuerza guerrera por encima de todo. Es aquí donde surge el esquema de polaridad entre los elementos antes unidos en la mitología de la diosa: la luz y la oscuridad se separan irreconciliablemente; se oponen vida y muerte, ya que la muerte, terrorífica para estos pueblos, supone el fin definitivo de la vida; lo sagrado abandona al hombre y a la naturaleza, la vida humana es considerada fútil, una existencia llena de culpabilidades a castigar.
Este nuevo paradigma de la conciencia que perdura hasta nosotros no presenta semejanza alguna con el que se ha mantenido en parte del Paleolítico, en el Neolítico, Calcolítico y Edad del Bronce. A pesar de haberse mantenido vigente durante más de 25.000 años en la conciencia humana, apenas conservamos rasgos de ese antiguo paradigma en nuestra cultura. La muerte de la diosa fue sentenciada alrededor de 1750 a. C., fecha aproximada del Enuma elish o mito babilónico de la creación, modelo del Génesis bíblico. En una sangrienta Edad de Hierro marcada por la ausencia de la dimensión sagrada de la vida y la muerte, el mito de la creación será el del dios hijo heroico que vence a la diosa transformada en monstruo. En el Enuma elish, Tiamat es la diosa madre, origen de la vida, pero entra en conflicto con la siguiente generación de dioses: Marduk. Tiamat, encolerizada con Marduk, se transforma en dragón y es asesinada por Marduk, que de sus despojos crea el cielo y la tierra. En este mito es el dios hijo el que se convierte en ‘dios padre creador’, triunfando sobre la naturaleza, pues la crea no a partir de sí mismo (la naturaleza sigue surgiendo de la diosa), sino como algo ajeno a él.
La divinidad femenina que integraba la totalidad de la vida y la concepción del mundo sin límites entre el creador y lo creado, sin jerarquías o niveles entre las criaturas divinas, desaparece. Esto implica un cambio radical en cómo se concibe el universo, la vida y la propia identidad. La divinidad es masculina, no surge de él la vida, no la crea a partir de sí, ni la incluye en sí mismo, sino que es creada y se mantiene alejada de la divinidad. La divinidad masculina, además, posee unas características muy evidentes y completamente opuestas a las de la diosa. Si encontrábamos rastros de la divinidad femenina en todo lo viviente, el dios masculino es trascendente y no inmanente (Baring y Cashford, 2005, p. 493), es decir, no está presente en lo que vemos, sino más allá de la realidad, lo que implica que no hay nada divino en lo real. Esto supone que el conocimiento de esta divinidad masculina es abstracto, mental, espiritual y no puede ser conocida o experimentada a nivel corpóreo, ya que, aunque algunas religiones lo representen físicamente de manera antropomórfica, en realidad la divinidad masculina no tiene forma natural, no es naturaleza, es transustancial e irrepresentable.
No obstante, sí perviven recuerdos de la cultura de la diosa en la Biblia, aunque su significado se vuelve negativo: los monstruos existentes en el mundo en el momento de la creación, que Yahvé aparta sin mucho problema; también la continua presencia, como una sombra, de la diosa mesopotámica, pues, tras el exilio, muchos israelitas todavía simpatizan con el culto de la diosa madre Inanna/Ishtar; o la presencia de las diosas cananeas, cuyo culto se había mantenido en las clases bajas de la sociedad hebrea no deportada a Babilonia. Yahvé y su pueblo buscarán establecer su identidad y su sitio físico y espiritual frente a otros pueblos y sus religiones, en este caso, la religión de la diosa, que será demonizada, lo que traerá importantes consecuencias: la separación definitiva de lo masculino y lo femenino, la caracterización de lo primero como el bien, la vida, el espíritu, la luz, el orden, la mente; y de lo femenino como el mal, la muerte, la oscuridad, el caos, la materia, el cuerpo.
La presencia femenina más evidente y conocida en la Biblia es la de Eva, aunque también podríamos hablar de otra gran presencia femenina que es Lilith, pero sobre ella profundizaremos más adelante. «La configuración de esta figura de Eva en el mito de la creación marca para siempre la definición de lo femenino en la cultura del Padre, visión opuesta a lo que era lo femenino en la cultura de la diosa. Recordemos que la perversa Eva de la Biblia es creada a partir de Adán, y, por lo tanto, copia de segunda de lo divino: es Adán y no ella el que está hecho a imagen y semejanza de Dios. Eva es sí, madre de los hombres, pero no una madre divina-creadora, sino una mujer mortal creada que transmite el pecado; no es dadora de vida, sino causa de muerte, pues la muerte es el castigo divino impuesto por su falta. Es, además, paradigma de lo femenino negativo, e implica también el rechazo de lo femenino en cuanto materia, naturaleza, y por lo tanto, la negación del cuerpo y de la sexualidad, aspectos todos ellos considerados sagrados en el ideario de la diosa madre«. Basado en ASPECTOS FEMENINOS DE LA DIVINIDAD EN LA LITERATURA MÍSTICA DE LAS TRES CULTURAS Sara Molpeceres Arnáiz (Universidad de Valladolid).
Evidentemente el Recuperar la Divina Femenina, representa un viaje aún más ancestral del que creemos, un viaje que nos invita también a recuperar la conciencia de que a través de la Energía Magnética Femenina tenemos el poder de ser creadores de nuestra propia realidad y de cómo todo lo que nos rodea es parte de un Todo, generando con cada acción, una repercusión en este maravilloso Universo.
Continuando con este grandioso viaje de revelaciones y profundo Amor Mayor recordamos cómo ésta Campaña está naturalmente vinculada con todas las Campañas de nuestra Institución, y por supuesto entre ellas con la Campaña Solidaria, Educativa y de Concientización Estelar «Tu Camino es el que Señalan las Estrellas«, pues en palabras de nuestra Amada Maestra: «(…) es sincrónicamente Júpiter, Maestro Divino, máxima Deidad del Olimpo, quien, dentro del Holón Interplanetario o Mapa de la Conciencia de este Sistema Solar del cual por supuesto nuestra conciencia es un fractal, se encuentra codificado a través del Flujo Galáctico Kármico por medio del Sello Solar número 2 denominado Viento, cuyo poder es justamente el Espíritu, es decir, esa identidad espiritual que con fe, optimismo, entusiasmo y confianza cada uno debe descubrir para comprender el verdadero propósito de su existencia y avanzar hacia ese Flujo Solar Profético codificado por medio del Sello Solar número 15 denominado Águila, y lograr integrar esa Luz, que les permitirá expandir su visión, e ir más allá de su actual comprensión (…)«, es decir, son definitivamente las Estrellas quienes nos señalan tantas cosas, nos señalan incluso cómo este momento del año, en el cual el Sol está iluminando el signo de Piscis experimentamos el cierre de un ciclo, es decir, el final de una vuelta a través de la rueda astrológica. Un cierre de ciclo el cual nos conecta incluso, tal y como siempre nos enseña nuestra Maestra Arcturiana, con un período de cierre aún mayor, a través de la finalización de la Era de Piscis y el comienzo de la Era de Acuario, un ciclo de casi 2.160 años que a su vez da cierre a casi 13.000 años de nochegaláctica, de un intenso viaje por la noche oscura de nuestra alma, y a casi 26.000 de un largo ciclo, una etapa de transición llena de numerosos cambios en nuestro planeta, un pasaje en el cual estamos experimentando como almas, verdaderamente grandes pruebas.
Esta mención de las Eras Astrológicas nos invita a ampliar nuestra perspectiva con respecto al tiempo y como explicaba Rubén Soto, estudiando las obras del V.M. Samael Aun Weor: «Tal como existe el año terrestre (el tiempo que la Tierra tarda en dar la vuelta al Sol y que le toma 365 días con sus horas, minutos y segundos), también existe el año Sideral: periodo en que el Sistema Solar tarda en pasar bajo la influencia de los 12 signos Zodiacales y que le toma 25,968 años. Es decir que la Tierra, en el transcurso de un año, pasa bajo la influencia de 12 signos Zodiacales, así como el Sistema Solar en su totalidad está bajo la influencia de 12 Signos Zodiacales en un año Sideral, sólo que en el sentido inverso, debido a la mecánica celeste (Piscis, Acuario, Capricornio, etc.)«.
Así es que, tal y como nos revela nuestra Amada Fundadora y Gran Maestra este viaje ancestral cuenta una maravillosa y reveladora historia que tiene miles de años más de los que creíamos, y donde dentro de esa historia estamos, sin duda alguna, experimentando el cierre de un Gran Ciclo, pues la «(…) Noche Galáctica, esos 13 mil años de viaje por medio de la noche oscura de su alma, de dominio de la mente, intelecto y razón por sobre el Espíritu, Sentimiento e Intuición, una mente que carece de memorias con respecto a la Verdad y los ha mantenido sumergidos en una falsa realidad, en una intensa perdida de la memoria, en una mentira total que hoy es tiempo de transmutar y dejar atrás, tal y como lo señala el Cielo en estos momentos (…)«. Y con todo esto vamos experimentando «(…) así la verdadera entrada a una nueva era, la Era de Acuario. Por lo cual este momento representa un momento de verdadera muerte, resurrección y renacimiento para toda la Tierra y su humanidad, un momento en que algo muy poderoso se está cultivando en lo profundo de cada Uno, algo que está destinado a emerger con una fuerza sin igual, pues el cambio es inminente y nada, ni nadie lo puede evitar o detener. Confío plenamente en que ya muchos de ustedes están moviéndose de lugar, ampliando su perspectiva y viendo con mayor claridad, adquiriendo la suficiente sensibilidad, empatía, amor e intuición hacia sí mismos, los demás y todo lo que les rodea como para cruzar la maravillosa Puerta hacia una Nueva Realidad, aquella realidad de la cual hablaban tan claramente las antiguas civilizaciones de la Tierra (…)» Extraído de «Cartas a mis Niños de la Tierra» SOLSTICIO JUNIO 2020 KIN 83 Noche Entonada. Oe de la Tormenta 20 de junio 2020.
Nuestra Gran Maestra Arcturiana nos recuerda, tal y como podemos ver reflejado en el mapa del cielo y comprobar incluso en antiguos escritos, jeroglíficos, esculturas, pinturas y arquitectura de diferentes culturas y civilizaciones de la antigüedad, como por ejemplo el famoso Zodíaco de Dendera, un bajo relieve del Antiguo Egipto encontrado en una cámara dedicada a Osiris en el Templo de Hathor de Dendera, en Egipto, sobre las diferentes Eras Astrológicas con las cuales se sincronizó y seguirá sincronizando nuestro planeta Tierra, enseñanzas que recordamos a través de su carta EL RETORNO DEL GRAN ESPÍRITU Y EL ROBO DEL TIEMPO KIN 208 Estrella Cósmica. OE del Guerrero 15 de julio 2016: [4] «(…) En fin. Efectivamente nuestra Madre Tierra siempre ha estado sincronizada con estos mágicos momentos, con esos intensos Ciclos Cósmicos, por eso hace cerca de 12.551 años, cuando la Atlántida llegaba a su fin dando inicio así a un nuevo proyecto de civilización que ustedes conocen actualmente como Egipto, la Kundalini o Fuerza Primordial de la Tierra comenzó a moverse, a despertar, inquieta por el gran cambio vibracional que se avecinaba, sabía que debía moverse de lugar y eligió anclarse en una cadena montañosa muy importante: los Himalayas. Su energía se transformó de femenina a masculina, pues ya sabía la Madre Tierra que la Noche Galáctica comenzaba y su frecuencia bajaría considerablemente como parte de un viaje muy intenso a través de la noche oscura de su alma. Y así esa zona del planeta se transformaría en un maravilloso centro de iluminación por los próximos 13 mil años. Monjes, lamas todo en su forma masculina para hacer honor justamente a las energías del Divino Masculino. Cuencos, mantras todo comenzaba a vibrar cada vez más bajo en la Tierra, pues sabía que la frecuencia de su Ser y de todo lo que habitaba en Él bajaría generando la separación de la mente y el espíritu, volviéndose todo simplemente muy débil, frágil y primitivo. El Gran Espíritu o Divina Femenina quedaría por así decirlo desterrada de este mundo e iniciaría un viaje a través del cosmos para retornar con infinita fuerza e intensidad dentro de 13 mil años más dando forma a un nuevo Amanecer Galáctico. Y así fue. En 1949 la Kundalini de la Tierra comenzó a moverse, a despertar nuevamente hasta finalmente dejar los Himalayas, pues sabía que otro gran cambio o ajuste vibracional estaba en camino, y así comenzó un maravilloso danzar a través del cuerpo de la Madre Tierra, un danzar a través del cual se fue encontrando con muchos obstáculos y generando movimientos muy intensos, pero los Nativos de la Tierra, antiguos habitantes de ella, quienes hace mucho esperaban este sagrado momento, estarían allí para ayudarla a seguir su camino hacia su próximo destino: la Cordillera de Los Andes en Sudamérica. Esta gran cadena montañosa sería el nuevo hogar de tan sagradas energías, energías que nuevamente se transformaban volviéndose femenina en perfecta sincronicidad con el Gran Espíritu, quien realizaba su esperado retorno a la Tierra. Y así un nuevo Día Galáctico llegaba a fines del 2012, tal cual los antiguos Maya y tantas otras antiguas civilizaciones lo habían anunciado y para ese momento la Kundalini ya se había anclado en la Cordillera de los Andes, lugar donde permanecería por los próximos 13 mil años transformando a toda esta zona en el próximo centro de iluminación del planeta. Pero esta sería una «iluminación» sin duda alguna algo distinta a la anterior, pues el Gran Espíritu, la Divina Femenina trae consigo energías simplemente únicas, trae consigo las memorias con respecto a la Verdad, pues Ella, la Gran Madre Cósmica, guarda en sí misma todo lo que Fue, Es y Será. Por lo tanto, si logramos que en cada uno de nosotros nuestra mente o parte masculina deje de resistirse y se entregue a la Gran Verdad que trae consigo el Gran Espíritu o Divina Femenina restableceremos ese «robo del tiempo-mente» del que nos hablaba en algún momento Valum Votan cuando los kines planetarios se quedaron perdidos en un tiempo irreal, lograremos en este día Kin 208 Estrella Cósmica el éxito de esta misión de los 13 días de la Onda Encantada del Guerrero, lograremos atraer al Guerrero de la Luz de la Verdad, quien ha madurado y crecido, quien confía, se siente seguro de si mismo, y posee el coraje y la valentía para enfrentar cualquier obstáculo que se presente en su aparente realidad, lograremos el éxito de esta misión colectiva de 13 días, fractal de 13 mil años, lograremos brillar, radiando luz, amor y verdad, recordando que el tiempo es arte, entendiendo el tiempo como un factor de sincronización que nos llevará a través de un danzar en espiral volviéndonos cada vez más bellos, radiantes y perfectos, pues somos en verdad un fractal de ese Sol Mayor que representaba la Estrella para los antiguos Maya, Exploradores Galácticos, Señores del Tiempo y la Sincronicidad. Es decir, si recordamos que todos somos originalmente un pequeño Sol o Ser formado por una parte masculina-mente-eléctrica y una parte femenina-espíritu-magnética lograremos entregarnos y confiar en la voluntad de ese Gran Espíritu que habita en nosotros y que ha retornado a esta Tierra con la finalidad de comunicarnos esa gran Verdad que habita en nuestro interior, ha retornado con la finalidad de restablecer el tiempo-mente volviéndola su fiel vehículo, pues la mente unida al corazón a nuestro propio espíritu, es quien crea nuestra conciencia, una conciencia capaz de pulsar y manifestar el Amor verdadero e incondicional en esta Tierra y en toda su humanidad«. Extraído de «Cartas a mis Niños de la Tierra» de Anthena Arcturus.
Y así es como dichas energías femeninas y masculinas buscan integrarse y unirse en el espacio sagrado de nuestro corazón, en el interior de nuestro Ser. Nuestro cuerpo físico que es también un gran maestro y nos habla de esta integración, nos enseña con respecto a este aspecto por medio de la unión de nuestros hemisferios cerebrales que si bien cada uno realiza funciones distintas se ha descubierto que ambos trabajan en forma conjunta en cualquier actividad que realicemos. Diversos estudios demostraron que cada hemisferio cerebral interactúa con la mitad del cuerpo, pero por alguna razón las conexiones se cruzan: el lado derecho del cerebro interactúa con el lado izquierdo del cuerpo y viceversa, siendo el cuerpo calloso del cerebro quien tiene la función de unir ambos hemisferios facilitando la comunicación y permitiendo conseguir que ambos funcionen de forma conjunta y complementaria.
Para continuar con nuestra aventura, en este momento del año en el cual el Sol se acerca al Equinoccio de Otoño para el Hemisferio Sur, en que viviremos un día en el cual noche y día tienen una duración exactamente igual, un día de equilibrio entre ambas polaridades, viajamos a través de este cierre con el Sol iluminando el signo de Piscis, signo de agua, que nos conecta profundamente con esta energía femenina sumamente espiritual, tan sutil y elevada: sensible, emocional, soñadora, intuitiva, inspiradora, una energía olvidada, perdida a través de nuestro viaje por la noche oscura de nuestra alma, la cual hoy estamos trabajando por recuperar, despertando así un sentimiento de Amor Universal que nos ReUna una vez más, a través de esa sensibilidad y empatía simplemente única que la Divina Femenina nos brinda, una energía poderosamente magnética la cual nos atrae, nos unifica justo allí, al espacio sagrado de nuestro corazón, a un eterno aquí y ahora, donde el perdón, la sanación y el agradecimiento son requisitos fundamentales para purificar nuestra conciencia, equilibrar nuestra balanza encontrando armonía entre los opuestos y lograr con éxito la fusión de nuestro ser humano con nuestro Ser Divino luego de un largo viaje tan perfectamente representado a través de la Rueda Astrológica por las doce constelaciones.
Doce constelaciones o bien podríamos decir 13 o 14, teniendo en cuenta las revelaciones recibidas a través de las investigaciones y estudios profundos realizados en Valum Chivim Escuela de la Vida, parte fundamental de Fundación Anthena Arcturus, y a través de la cual por medio de innumerables formas nuestra Gran Maestra Arcturiana nos nutre, nos instruye, invitándonos a explorar y descubrir, como parte de este camino de Perfeccionamiento y Purificación de nuestro Ser, claves ocultas, verdades olvidadas que, poco a poco, y gracias a su maravillosa Emanación y Profundo Amor vamos recordando, reconectando y vinculando como parte de este ciclo de constante muerte y renacimiento el cual estamos viviendo como parte de lo que Ella nos recuerda es la única constante de este universo; la impermanencia.
De hecho, en este momento del año, una vez que atravesemos la Puerta Cardinal de Equinoccio de Otoño, entre el 27 y el 28 de cada mes de marzo y durante unas 12 horas, nuestro Sol estará nuevamente iluminando específicamente una de estas constelaciones no reconocidas en el Zodíaco tradicional, pero que tienen una gran influencia en nuestro planeta. La constelación de «Cetus«, conocida como la Ballena o el Monstruo Marino, una constelación del Hemisferio Sur, ubicada en una región denominada el Mar o Agua, cerca de las constelaciones de Acuario, Piscis y Eridanus. «Cetus está lejos del plano galáctico, por lo tanto son visibles muchas galaxias distantes por no estar oscurecidas por el polvo de la Vía Láctea. De éstas, la más brillante es M77, una galaxia espiral de la 9ª magnitud cerca de δ Ceti«.
Si nos adentramos en la Mitología, observamos la existencia de Cetus como un monstruo marino. Se relata que «Casiopea era la madre de Andrómeda y esposa de Cefeo, rey de Etiopía. Casiopea estaba tan orgullosa de su belleza que, por rivalizar con las Nereidas, éstas pidieron a Poseidón, dios de los mares, venganza y él en respuesta envió al monstruo marino (Cetus) a las costas del país causando grandes males.
Para enfrentar esta situación, Cefeo consultó el oráculo de Amón, quien aconsejó sacrificar a Andrómeda exponiéndola atada a una roca en un acantilado para que fuera víctima del monstruo. Así, Andrómeda fue ofrecida a Cetus. Perseo, que venía de regreso de su viaje después de derrotar a Medusa, divisó a la víctima y en el acto se enamoró de ella. Propuso al rey liberarla, a cambio de que se le concediera su mano. Perseo mató al monstruo y posteriormente desposó a Andrómeda«. Fuente: https://www.constelaciones.info/cetus/ [5]
Sincrónicamente la historia se repiten y tal como profundizábamos anteriormente junto con Sara Molpeceres Arnáiz, la diosa se transforma en muchas historias en monstruo, pero en este caso aparece también el Arquetipo de la Ballena, y acerca de estos seres acuáticos tan maravillosos, nuestra Guía y Mentora nos reveló muchas verdades recientemente en su Documental «Explorando lo inexplorado» [6] Día Mundial de las Ballenas y Delfines de Anthena Arcturus, como por ejemplo: «(…) estos seres tan especiales que nos conectan con una sensibilidad y sutileza sin igual, con un mundo del cual hay tanto para aprender, crecer y madurar (…) esa labor fundamental que realizan con tanto amor, cuidado y dedicación los cetáceos y el mismísimo océano en este planeta llamado Tierra, un planeta que es importante recordar es el último planeta habitable, por lo menos de esta forma, en este Sistema Solar (…)«. Anthena Arcturus
Si seguimos viajando por el mundo acuático en el lomo de Cetus, la Ballena Cósmica de nuestro firmamento, sabemos que estos seres sumamente sensibles que habitan nuestros océanos, delfines y ballenas, han sido estudiados desde tiempos muy antiguos por tener características muy especiales, de hecho una famosa tribu africana llamada los «Dogones» afirman ser descendientes directos de ellos.
Los Dogons afirman haber recibido todos sus conocimientos a través de estos seres acuáticos venidos de las estrellas, llamados Nommos, los cuales tomaban cuerpo de delfines, ballenas y sirenas. Estos seres demostraban un alto desarrollo en el uso del sonido. Algunas investigaciones afirman que los Dogons ven a los Nommos y a los delfines como «los monitores del universo«, transmitiendo la onda radial cósmica. Y cuentan que, en una humanidad previa, habitantes de un continente llamado Tierra de Mu, habrían recibido los conocimientos de estos linajes cetáceos, también llamados los hombres de Mer, del mar, prefijo también de los Merovingios.
Lo que sin duda más asombró a los científicos contemporáneos al momento de entrar en contacto con los Dogones fue sus profundos conocimientos de Astronomía, especialmente del Sistema Estelar del cual, ellos afirman, proviene este linaje cetáceo. Un sistema que contiene en sí mismo una famosa estrella de la cual hemos explorado muchísimo en la Identidad de la Campaña «Recuperando el Amor Universal» [7]: la constelación de Canis.
Sirio la estrella más brillante del cielo, era muy importante para los antiguos egipcios. Y los Dogones, sabían muy bien que tiene una compañera, Sirio B, invisible a simple vista y que se creía no se descubrió hasta mediados del siglo XIX. Sin embargo, forma parte, algunos dicen que desde tiempo inmemorial, del sistema de creencias de los Dogones, quienes demostraron conocimientos astronómicos que asombraron, en la primera mitad del siglo pasado a los antropólogos franceses Marcel Griaule y Germaine Dieterlen. El primero había establecido contacto con la tribu en 1931, y los dos publicaron en 1950, en el Journal de la Société des Africanistes, un artículo en el cual sostenían que los mitos Dogones de la creación del mundo giraban alrededor de Sirio y de su estrella compañera. No aventuraban cómo podía haber llegado una cultura precientífica, sin telescopio, a conocer esa estrella; pero el enigma estaba ahí: ¿cómo sabían los Dogones que Sirio tiene una pareja?
Griaule y Dieterlen explicaban que, vinculada al período orbital de Sirio B, los Dogones celebran la ceremonia Sigui, «cuyo propósito es la renovación del mundo». A partir de sus hallazgos, Robert K.G. Temple propuso en 1976, en El misterio de Sirio, que hombres-peces procedentes de ese sistema estelar no sólo habían trasmitido a los Dogones sus conocimientos astronómicos, sino que además habían fundado su civilización. Para el escritor estadounidense, los visitantes «se parecerían un poco a las sirenas y los tritones, y podrían asemejarse, de alguna manera, a nuestros inteligentes amigos los delfines». La tribu africana sabía, según Griaule y Dieterlen, que Sirio tiene una compañera y también que esa estrella invisible es muy densa y completa una órbita alrededor de su hermana cada 50 años. La astronomía ha confirmado ambos extremos. Sirio B fue, de hecho, la primera enana blanca identificada como tal, una enana blanca es una estrella tan densa que un centímetro cúbico de su materia pesa una tonelada. «A primera vista, la leyenda de Sirio elaborada por los dogones parece ser la prueba más seria en favor de un antiguo contacto con alguna civilización extraterrestre avanzada», escribió Carl Sagan en su libro El cerebro de Broca (1974).
Y en este viaje nuestra Amada Maestra Arcturiana mucho nos ha enseñado y recordado acerca de esta constelación y de las estrellas que la forman, como así también ese eterno danzar entre la energía femenina y masculina, danzar que vemos reflejado en el cielo, como nos instruyó a través de su carta COMIENZO DE UN NUEVO CICLO MAGO MAGNÉTICO BLANCO. LUNA MAGNÉTICA DEL MUERCIÉLAGO y algunas verdades más KIN 14 Mago Magnético. OE del Mago 26 de Julio 2019: «(…) justamente en este día 26 de julio, según el calendario gregoriano, Kinich Ahau espera alinearse con la estrella Sirio en un mágico danzar entre la energía masculina del Sol de este Sistema Solar y la energía femenina de la estrella Sirio-Ast o Isis para los griegos, Gran Madre o Gran Espíritu. Ese Gran Espíritu que hoy regresa trayendo una oleada de intenso Amor, Luz y Verdad a toda esta Tierra y su humanidad, trayendo una Sabiduría Cósmica y Ancestral que ayudará, a este mundo hasta ahora perdido y a todos los seres que habitan en él, a dar un Salto Cuántico que los llevará hacia una nueva forma, vibracional-mente más elevada, una forma más alineada con su forma original, forma que a su vez los llevará de regreso a su Hogar, su verdadero Origen, quiénes son, de dónde vienen y por qué están acá. Así es, la estrella Sirio es la primera estrella intensamente luminosa en aparecer en el horizonte tanto en la pirámide de Toetihuacán en México como en las pirámides de Giza en Egipto, ambas construidas en alineación con el cinturón de Orion. Bien sabemos que para algunos la constelación de Orion pareciera representar la energía masculina del dios Asir u Osiris para los griegos, y ambos, Isis y Osiris, pertenecientes a una Raza Estelar que visitó esta Tierra en la antigüedad, es decir, lo femenino y lo masculino, forman parte del grupo de seres que dieron inicio a este nuevo proyecto de civilización que comenzó en el antiguo Egipto hace cerca de 12 mil años, civilización que los ha traído hasta este tiempo y lugar donde un gran cierre de ciclo está tomando forma, donde ese proyecto de civilización está llegando a su fin para dar lugar a una Nueva Tierra, una Nueva Humanidad; los Homo Galacticus«. Extraído de la serie de libros «Cartas a mis Niños de la Tierra» de Anthena Arcturus.
Y si volvemos a la constelación de Cetus que, como hemos visto, la mitología describe como un monstruo marino, presenta un notable parecido con otro Ser mitológico de quien nuestra Amada Maestra nos ha estado hablando muchísimo en los últimos años, un ser también representado como un monstruo en diferentes iconografías, un ser que guarda un vínculo sumamente profundo con esta Campaña Solidaria y Educativa, con este momento del año, con este amanecer galáctico: Lilith, la primera mujer de Adán, la desterrada. Y acerca de todo esto nos ha revelado: «(…) Qué puedo decirles de ella, Lilith hoy en esta Tierra es denominada la mala Madre, la insurgente, el lado oscuro y rebelde de lo femenino, pero claramente como todo en este mundo de dualidad en el que ustedes viven y experimentan sus días, todo tiene su lado de Luz y su lado de aparente Oscuridad, y hoy depende de cada uno de ustedes de qué lado eligen estar. ¿Vieja Tierra? Donde la ilusión del miedo y la separación tomó poder como parte de una condena que parece eterna, donde la mente o Divino Masculino parece haber ejercido un inmenso poder sobre el espíritu o Divina femenina, donde el miedo ha predominado por sobre el Amor, donde viven atrapados en un sistema de creencias limitado e ignorante que deriva justamente de todo lo anterior? O ¿Nueva Tierra? Donde el amor y la integración son parte de esta nueva experiencia, donde la mente se entrega al infinito poder del Gran Espíritu o Divina Femenina, transformándose en su mágico y maravilloso vehículo, donde sin duda alguna el amor predomina por sobre el miedo, donde sus horizontes se expanden, expandiendo así su visión y comienzan a vivir desde un nuevo sistema de creencias que deriva justamente de todo lo anterior? Durante 13 mil años de patriarcado, a través del cual la energía del planeta ha sido predominantemente masculina, Lilith, la desterrada, ha estado en lo profundo de cada uno de ustedes esperando porque este ciclo llegue a su fin, esperando el momento en que la mente se rinda ante el poder del Gran Espíritu, pues dentro de cada hombre y de cada mujer de esta Tierra habita esta energía, la energía de la Gran Diosa, del Gran Espíritu o Divina Femenina. Hoy parece haber mucha ira reprimida, mucho resentimiento y se ve claramente manifestado en muchas de las experiencias que viven a diario en esta Tierra, podemos observar mujeres llenas de frustración, resentimiento, amargura, ira y dolor debido a ese poder perdido y olvidado durante miles de años, pero ha llegado un tiempo de transformación, transmutación, perdón, regeneración y profunda sanación, pues esas almas que hoy encarnan como mujeres manifestando toda esa ira reprimida, y tal como lo revelan antiguas civilizaciones de esta Tierra, sin duda alguna también les tocó la experiencia de ser hombres a lo largo de este viaje de 13 mil años por la noche oscura de su alma, por lo cual, solo interpretan energías que se encuentran en el inconsciente colectivo como parte de su viaje a través de la Ilusión de la Separación, de todo lo que es necesario sanar y transformar antes de seguir adelante hacia un nuevo estado de conciencia, un estado de conciencia donde deberán unir opuestos, encontrar armonía entre ello para así integrar lo femenino y masculino en perfecto balance y armonía. Así es, en base a la ilusión del libre albedrío deseamos observar cuál de estos caminos eligen, pues hay dos formas de vivir a Lilith, desde la oscuridad; como la mala madre, la que revela su ira, resentimiento y veneno ante todos y todo, pues se siente no amada, la que se resiste a someterse, la que no se doblega y prefiere morir antes de rendirse, y desde la Luz; desde una nueva forma Lilith en Escorpio nos habla de un inmenso poder de transformación, transformación que busca la igualdad, busca el equilibrio, pues si su energía es canalizada correctamente les dará la fuerza, coraje y un inmenso poder de transformación, de salir desde lo profundo hacia la Luz absolutamente renacidos, y sí, ella es la Gran Diosa que habita en cada uno, ese Gran Espíritu que ha permanecido dormido en lo profundo de su Ser esperando por volver a renacer, trayéndoles una verdad que por miles de años estuvo oculta, perdida y olvidada. Así es. Hoy sus mundos están llamados a equilibrarse en esta Tierra y por ello el hombre, representación mental-masculina de la divinidad, está llamado a volverse más femenino, y la mujer, representación espiritual-femenina de la divinidad está llamada a volverse más masculina, pero claramente esto dependerá de cada uno, de cada ser, dependerá de las energías que habiten en ti, más allá de la experiencia sexual que la divinidad ha determinado para cada uno de ustedes en esta encarnación, pues el verdadero poder del Gran Espíritu ha permanecido dormido en todos ustedes por miles de años, debido al mal uso, a la no evolución en perfecta armonía de todas sus partes, hoy hay una inmensa verdad con un inmenso poder que comienza a ser revelada, pues la gran oportunidad de despertar a la Luz de su Verdad está llegando, poco a poco, a cada uno de ustedes. Como ven mis amadas almas de la Tierra (…) Lilith no es más que el Gran Espíritu que está esperando salir desde las profundidades, despertar en ustedes y revelarles los secretos que ha guardado en lo más profundo de su corazón durante miles de años«. Extraído de la serie de libros «Cartas a mis Niños de la Tierra» de Anthena Arcturus. Carta: MIS MÁS PROFUNDOS AGRADECIMIENTOS, BENDICIONES, AMOR, RESPETO, KIN 69 Portal de Activación Galáctica Luna Autoexistente. OE del Enlazador de Mundos 13 de noviembre de 2016.
Momentos sincrónicos, pistas, retos y símbolos se unen y un verdadero desafío es lo que nos presenta este viaje lleno de revelaciones en el cual vamos aprendiendo a recuperar a esa Divina Femenina que habita en nuestro interior y de la cual tanto nos hablan las estrellas, es por ello que esta campaña «Recuperando a la Divina Femenina que habita en cada Uno» se encuentra, como ya hemos compartido, naturalmente vinculada con la Campaña Solidaria, Educativa y de Concientización Estelar «Tu Camino es el que Señalas las Estrellas«, la cual en estas fechas nos invita a elevar también nuestra mirada al cielo para tomar consciencia como durante el mes de marzo viviremos el Equinoccio de Otoño en el Hemisferio Sur y tal como nos nutría nuestra Gran Maestra Arcturiana en su carta EQUINOCCIO MARZO 2017 Kin 196 Guerrero Magnético, Oe del Guerrero, 20 de Marzo 2017: «(…) así es como un sinnúmero de sincronicidades se van presentando en estos tiempos ante ustedes, con la finalidad de impulsarlos hacia una nueva realidad, y cuando hablamos de impulso esto nos lleva a recordar que el Equinoccio de Otoño para el Hemisferio Sur y de Primavera para el Hemisferio Norte, se hace sincrónicamente cuando el Sol entra en los 0 grados del Signo de Aries y de esta manera comenzamos una nueva danza en espiral a través del Mapa del Cielo, en un momento lleno de magia y sincronicidades. La fuerza, el coraje, el impulso Ariano llega para (…) invitarlos a poner su energía en movimiento, a avanzar hacia un nuevo comienzo, hacia una nueva realidad, hacia la concreción, en un nuevo nivel, de ese Guerrero de la Luz de la Verdad, pues cada cierre trae consigo la posibilidad de un mágico comienzo. (…)«. Extraído de «Cartas a mis Niños de la Tierra» de Anthena Arcturus.
Y al releer y estudiar las profundas memorias de nuestra Fundadora, comprendemos que este Equinoccio también nos trae el desafío de lograr iniciarnos como un nuevo Yo Soy, impulsándonos con fuerza, coraje y determinación, integrando justamente al signo que se encuentra frente a Aries: Libra, el signo de la balanza, de Maat, la Luz de la Verdad, representación de la Belleza, Orden, Justicia, Armonía y Ética Cósmica, un signo cuyo regente es nada más ni nada menos que otro maravilloso aspecto de la Divina Femenina; Venus, Diosa del Amor, pues recordemos como cada vez que el Sol transita un signo nos invita a integrar su «opuesto«, es decir, en esta oportunidad las energías de Aries, cuyo regente es Marte, un aspecto del Divino Masculino, nos invita a integrar a Libra, cuyo regente es Venus, y donde ese individuo, Marte, debe aprender de Venus, a elevar su vibración desde el miedo hacia el amor, comenzando por ese amor a nosotros mismos, a ese otro tú que no sólo habita fuera de nosotros, sino también dentro de cada uno, trabajando ardua y diligentemente por purificar nuestra conciencia, equilibrar nuestra balanza, cubriendo todo con un manto de amor, a través del cual las energías masculinas y femeninas, Aries y Libra, Marte y Venus, presentes en cada uno de nosotros finalmente puedan encontrar la armonía, el orden, equilibrio, balance y vibrar finalmente en profundo Amor Mayor. Y es sincrónicamente viajando por esta unión y armonización de opuestos entre Aries/Yo Soy, y Libra/los otros u otro tú, llegamos al saludo Maya recordado constantemente por nuestra Gran Maestra Arcturiana; «In Lak Ech«, un saludo heredado de los Antiguos Maya Galácticos, Viajeros del Tiempo, Señores del Tiempo y la Sincronicidad, y cuyo significado es justamente; «Yo Soy otro Tú«, demostrando a través de un Conocimiento Ancestral como esa amorosa, perfecta y armoniosa unión entre Aries-Libra, Marte-Venus, esa constante búsqueda de la belleza, armonía y balance está presenta en la historia de la humanidad desde tiempos simplemente muy antiguos.
Como siempre a través de estas campañas y sus maravillosas actividades y acciones sociales, nuestra Fundadora y Gran Maestra nos brinda verdaderas oportunidades de aprender a poner en práctica cada una de estas Sagradas Enseñanzas, haciendo extensiva esta invitación a todos aquellas almas que resuenen con ellas y deseen abrirse a la posibilidad de conectar desde el corazón con uno mismo, con las personas y grupos, dentro de un marco de profundo Amor, Unidad, Hermandad y Respeto, escuchar y animarnos a expresar nuestras emociones y sentimientos, incluso compartir desde el perdón y agradecimiento aquello que llevamos guardado muy dentro nuestro. Algo que desde Valum Chivim Escuela de la Vida, y gracias a las Enseñanzas de nuestra Creadora, Fundadora y Directora, Anthena Arcturus, practicamos con la finalidad de cumplir con los objetivos de nuestra Institución, integrando también una maravillosa Filosofía Ancestral que hoy es muy reconocida en una zona del Planeta llamada la Polinesia, especialmente las islas de Hawaii, una zona que tal como nuestra Mentora nos ha revelado era un punto muy importante en la Tierra Natal, también llamada Tierra de Mu, un lugar que según sus sagradas memorias guardaba una magia/alquimia sin igual, donde incluso las energías del Divino Masculino y Divina Femenina estaban en perfecto equilibrio, armonía y unidad.
Esa filosofía denominada Ho’Oponopono, palabra que según el diccionario hawaiiano está compuesta por el vocablo «hoʻo que es utilizado para convertir en verbo al sustantivo siguiente que sería «pono», definido como: bondad, rectitud, moralidad, cualidades morales, procedimiento apropiado o correcto, excelencia, bienestar, prosperidad, beneficio, condición verdadera o natural, deber, adecuado, propio, justo, virtuoso, equitativo, beneficioso, exitoso, en perfecto orden, preciso, correcto, facilitado, aliviado, deber, necesario«. (Cita a «Pukui», Mary Kawena and Elbert, Samuel H., University of Hawaii).
Antonio Ramos, en su Blog Bosques de Luz señala que «para entender este método sagrado, no es suficiente con leerlo o visualizarlo en internet. Esto es mucho más que un manual o una técnica; que si bien es sencilla y muy práctica, tiene que ser comprendida con la suficiente energía vibracional y acercamiento posible. Es decir Ho’oponopono es ciencia y a la vez es magia, pues actúa a través de la ley de la atracción; Causa y efecto, y la forma de atraerlo tiene mucho que ver con nuestra conciencia«.
Entre sus múltiples beneficios encontramos que «corrige, restaura y mantiene buenas relaciones entre los miembros de la familia sus dioses o Dios, a través de ir a la causa o raíz de los problemas. Se refiere a una limpieza mental, donde se realizan reuniones familiares, donde se corrigen los lazos y relaciones a través de plegarias, discusiones, confesiones, y mutua restitución y perdón» (Pukui, Mary Kawena and Elbert, Samuel H., University of Hawaii 1986). «En 1976 Mormah Simeona, una sanadora reconocida como una kahuna lapa’au en Hawai’i, adaptó el tradicional ho’oponopono de mutuo perdón familiar a las realidades sociales de los tiempos modernos. Ella hizo énfasis en la oración, la confesión, arrepentimiento, mutua restitución y perdón. A diferencia de la tradición Hawaiana, ella describe los problemas como efectos del karma, indicando que cada uno debe experimentar lo que ha hecho a otros. Sus enseñanzas incluyen la existencia de un Creador Divino que se encarga de las plegarias altruistas de los hombres«. (Lee, Pali Jae, Koko Willis, Tales from the Night Rainbow, Night Rainbow Publishing Co.) Ella indicaba que «las plegarias altruistas como el ho’oponopono, donde tú también rezas por la liberación de otras entidades u objetos, alcanzan el plano divino o cosmos debido a sus altas vibraciones«. (Simeona, Morrnah, Self-Identity through Hoʻoponopono, Basic 1, PacificaSeminars). Uno de sus discípulos continuó las enseñanzas de Simeona, indicando que a través del ho’oponopono se puede llegar al estado Cero, donde no hay límites, no hay memorias ni identidad, y para llegar a este estado utiliza el mantra: «Yo te amo, me arrepiento, por favor perdóname, gracias«. (Vitale, Joe, Hew Len Ph.D., Zero Limits, Wiley 2007).
Si viajamos un poco más profundo descubrimos que «Antiguos Rituales tienen su origen ancestral desde la Antigua Tierra Natal. Lemuria conformada en parte por lo que hoy en día conocemos como la Polinesia, Hawaii e Isla de Pascua conservan y continúan con su filosofía de vida, reuniendo las energías Masculinas y Femeninas brindando una comunión de sanación en las prácticas del Ho´ponopono recibiendo así el nombre de rituales ancestrales, guiados por lo chamanes Kahuna, originarios de Hawaii quienes eran los guardianes de sus comunidades, y su trabajo era el de proteger la salud, no el de trabajar sobre la enfermedad. Entonces los Kahuna veían la enfermedad y los problemas como manifestaciones de una obstrucción de la vida, ellos corregían ese error y por ello todo volvía a la calma. Este Ritual milenario se basa en un proceso de arrepentimiento, perdón y transmutación que permite realizar una limpieza mental de los pensamientos y sentimientos negativos para eliminar los bloqueos y recuperar la paz interior.
Entonces, ¿qué corrige el Kahuna? Corrige el aporte humano. Los pensamientos, las creencias y las energías humanas que no son armónicas con la naturaleza y lo que es más importante, debe ser corregido la raíz de todos estos elementos in armoniosos: tiene que corregirse el sentimiento de Separación de todo lo que existe, la individualidad, la culpa, la mente, lo concreto, el mundo material, la limitación, buscando el equilibrio con la energía femenina, la intuición, la unión, la empatía, lo sutil, el mundo espiritual, la expansión.
Esta técnica milenaria hawaiana sostiene que el ser que la práctica se encuentra en conexión con el universo y tiene responsabilidad sobre lo que le sucede, no busca culpar a los demás ni a las circunstancias, y considera que las soluciones a cualquier mal, propio o ajeno, ya sea físico o psicológico, están precisamente en el interior de cada persona.
Los antiguos Hawaianos creían que todos los seres estamos conectado los unos con los otros mediante el Aka, este mismo se trata de un conducto etérico a través del cual fluye la energía de la vida, al debilitarse debido a la desunión de las fuerzas masculina y femenina la energía a través del Aka deja de fluir con tanta armonía y entonces ocurren los trastornos, malestares y problemas.
La práctica ancestral de sanación Ho´ponopono nos permite sanar el Aka, recuperar la conexión con nosotros mismos.
Consideran que los beneficios del ho’oponopono pueden influir en nuestro bienestar. Por ejemplo, mejora la capacidad personal para solucionar problemas psicológicos sin requerir necesariamente ayuda profesional, sirve para potenciar la comunicación interpersonal y la capacidad introspectiva, el sujeto, al meditar sobre qué le causa dolor, lo verbaliza y aprende a comunicarse más calmada, efectiva y reflexivamente consigo mismo, reduciendo así el estrés y la ansiedad.
Mediante el ho’oponopono se analiza a uno mismo, y gracias a ello se ayuda a construir un auto concepto más ajustado a la realidad, y menos idealizado o menospreciado. El perdón característico del ho’oponopono repercute directamente en la consecución de una paz interior que mejora el bienestar tanto físico como psicológico, ya que se cierran aspectos pasados que dañaban emocionalmente a las personas. Consigue mitigar los síntomas de la depresión mediante la superación de los problemas que la generaban. La dualidad mente-cuerpo sale beneficiada porque la mejora del aspecto psicológico provoca la liberación de endorfinas y serotonina, que generan un estado de ánimo óptimo. Esto impulsa al practicante a desear ser más activo y tener un estilo de vida más saludable. Y los malos pensamientos en quienes lo practican cada vez son menos frecuentes, ya que se reprograma al cerebro para recuperarse de todo lo malo casi al instante porque, al ser más experimentado en esta terapia, no se requiere demasiado tiempo para trabajarlo y llegar a la solución del problema» Fuente: Awyr Ulric «El sendero del Chaman«.
Por lo tanto, Ho’oponopono, guarda en sí misma una tradición ancestral, una filosofía de vida y una Sabiduría simplemente única que en verdad proviene de tiempos muy, muy antiguos, tiempos donde la Belleza, Justicia, Orden, Armonía y Ética Cósmica inundaban todo el planeta, donde las almas se relacionaban desde el amor y respeto hacia sí mismos, los demás y su entorno, por lo cual, practicar el Ho’ponopono con nosotros mismos, con las personas y con los grupos a los cuales pertenecemos, hacerlo de corazón puede ser una maravillosa forma de sanar, elevar nuestra vibración y conectar con esa Divina Femenina que, como hemos visto a través de este maravillo viaje, habita en cada uno de nosotros desde nuestros inicios.
Y de esta forma, y gracias a las enseñanzas y motivación de nuestra Amada Maestra Anthena Arcturus, damos el cierre de este increíble viaje por el que hemos transitado mágicamente, visitando diversos lugares, eras, constelaciones, donde hemos podido recordar todo aquello que estaba guardado en lo profundo de nuestro corazón, de nuestro Ser, permitiéndonos reconectar con esa Divina Femenina que todos tenemos dentro.
¡Celebremos juntos el resurgir de la Divina Femenina que habita en todos y cada Uno!
¡Gracias. Gracias. Gracias!
Fuentes Consultadas:
https://www.samaelgnosis.net/revista/ser77/piscis.html
https://www.ecured.cu/Devi_(diosa_hinduista)
https://elpais.com/sociedad/2013/10/09/actualidad/1381335362_396686.html
https://www.elsenderodelchaman.com/chamanismo/chaman-kahuna/
https://www.bosquedeluz.com/actividad/3994-hooponopono-y-la-ley-de-atraccion
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